Tres joyas inglesas

Visite los barrios de Chelsea y Hampstead Heath en Londres y luego tome el tren y maravíllese con la belleza de Bath.

Viernes: Chelsea

Este exclusivo barrio dejará contentos a todos. Sus bellas y ordenadas calles albergan parques, museos, tiendas, bares y restaurantes. Para llegar tome el metro hasta Sloane Square. Un buen punto de partida es Duke of York Square, una pequeña galería al aire libre con tiendas de ropa, diseño y acogedores cafés. Si el clima lo acompaña, no pierda la oportunidad de tomar un café al aire libre, créame que los londinenses esperan todo el año para poder hacer esto.
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Al lado de este centro comercial está la Saatchi Gallery, uno de los principales espacios para el arte contemporáneo en Londres. Además de la calidad de las exhibiciones, llama la atención la amplitud y luminosidad de este edificio de seis mil 500 metros que antiguamente fue un cuartel militar. Después de esta experiencia cultural vendrá bien sentarse un rato y comer algo en Mess, el restaurante de la galería.

Más tarde puede visitar el Chelsea Physic Garden, jardín botánico fundado en 1673. La gracia del lugar es que más que una experiencia científica, es una experiencia de relajo y placer. Al pasear por los caminos llenos de plantas, pequeñas lagunas y bancos de madera uno se siente como en un cuento.

Para terminar el día, camine a lo largo de Kings Road, ahí encontrará una gran variedad de tiendas boutique, bares y restaurante.

Sábado: Hampstead Heath

Imagine un parque de 320 hectáreas con lagunas, cisnes y más de 100 especies de aves. Este es el “Heath”, como le llaman los londinenses, un lugar que se encuentra a sólo seis kilómetros de Trafalgar Square. Si le toca un día soleado, prepare un buen picnic y si es valiente, lleve traje de baño.
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Desde la estación de metro Hampstead hay unos diez minutos de caminata hasta el parque, pasando por un pintoresco barrio que recomendamos recorrer al final del día, cuando el cuerpo pida algo caliente o una tradicional pint (algo así como medio litro de cerveza).

Una vez dentro del parque, pasee libremente a través de sus rústicos caminos y no se aflija si se pierde, de todas maneras llegará a algún lugar sorprendente. Dentro de los imperdibles están las lagunas donde podrá bañarse si el coraje lo acompaña. Hay una mixta, otra para ladies y otra para men. Otro atractivo es Kenwood House, una mansión neoclásica ubicada en la zona norte del parque que destaca por sus jardines y colección de arte con obras de Rembrandt, Vermeer y Turner, entre otros.

Finalice su paseo en Parliament Hill, el principal mirador de este parque, donde obtendrá probablemente una de las mejores vistas de la ciudad.

Domingo: Bath

Si tienen suficiente con la gran ciudad, deje este día para recorrer algo de la campiña inglesa. Tome un tren en la estación London Paddington y en una hora y 20 minutos llegará a Bath, ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
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Si bien la mayor atracción de la ciudad son los impresionantes baños romanos, Bath es mucho más que eso. Su elegante arquitectura georgiana recuerda vivamente a Jane Austen; la escritora situó dos de sus novelas acá (Persuasión y Northanger Abbey), además de vivir un par de años en la ciudad (de 1801 a 1806). Luego suba hasta el mirador de la Catedral para tener una vista general de la ciudad. Visite Royal Crescent (en la foto) y The Circus, ambos íconos arquitectónicos por la forma imponentemente curva de sus edificios. Para disfrutar del río Avon camine a lo largo del Riverside Walk, donde además encontrará restaurantes con agradables terrazas, ideales para almorzar. Para llegar a este lugar cruce por el Pulteney Bridge, lleno de atractivas tiendas y cafeterías.

Si quiere descansar, visite el romántico parque Henrietta. Y porque ningún viaje está completo sin algo de shopping, vaya al Milsom Place, centro comercial al aire libre con sofisticadas tiendas y restaurantes.

Si llueve no se aflija, en el Thermae Bath Spa podrá disfrutar el día bañándose en las únicas aguas termales de Inglaterra.